La necesidad de proveerse de vivienda es una cuestión esencial de la vida de las personas y es tal que, a pesar de encontrarnos en una situación tan extraordinaria a nivel mundial como lo es la pandemia del nuevo coronavirus, siempre hay gente buscando un lugar dónde vivir que se ajuste a sus necesidades y posibilidades. Es por ello que en este pequeño artículo (en dos partes) tocaremos algunos aspectos esenciales para proveernos de un techo en la actualidad.
A diferencia de épocas pasadas en las cuales, por ejemplo, la gente construía su vivienda sobre tierras recién colonizadas (en el mejor de los casos no reclamadas por nadie), en el mundo del S. XXI lo cotidiano, tanto para familias como para individuos, es la búsqueda de un inmueble en el mercado de los bienes raíces que se encuentre en VENTA o en RENTA. Este mercado por supuesto es inmenso y cada país cuenta con sus especificidades al respecto, por lo que no está de más aclarar que estas consideraciones son exclusivas para México. En esta entrega, comenzaremos con lo que, de cierta forma, está al alcance de la mayoría: rentar un inmueble; mientras que en la siguiente hablaremos de comprar una vivienda.
Aspectos a tomar en cuenta al rentar un inmueble
Hagamos una precisión: cuando nos referimos en este artículo a rentar un inmueble queremos decir tomar un inmueble en renta, pagar para ocupar por un tiempo (prolongado) una casa, departamento o habitación como vivienda; y NO a poner un inmueble de nuestra propiedad en renta en el mercado inmobiliario (tema que trataremos en otro artículo).
La forma más sencilla de conseguir una vivienda es rentar y las razones para hacerlo son vastísimas. Pero una de las principales es que no se tiene la posibilidad de comprar un inmueble, ya sea porque no se cuenta con el dinero suficiente o porque no existe una oferta disponible en la zona de nuestro interés. Independientemente de las razones, una vez que estamos decididos a rentar debemos tomar en cuenta los siguiente:
- Determinar cuánto voy a gastar mensualmente (renta, mantenimiento y servicios);
- Cumplir con los requisitos solicitados por el propietario;
- Conocer los gastos asociados a tomar un inmueble en renta;
- Considerar que se deben cumplir con tiempos y condiciones fijadas en un contrato;
- Ser consciente del cuidado que implica un inmueble mientras hago uso de él,
- Antes de rentar, conocer el estado del inmueble y evaluar que el inmueble en cuestión cumple con mis necesidades.
Al pensar en rentar lo primero que debemos plantearnos es cuánto debemos o podemos a gastar mensualmente en la renta de una vivienda. En resumen, varios expertos consideran debe ubicarse entre un 25% y un 35% de nuestros ingresos (individuales o familiares). Tomando en cuenta esa cifra, podemos comenzar a buscar un inmueble que sea de nuestro interés y esté dentro de nuestra capacidad de pago.
Cumplir con los requisitos de arrendamiento suele ser el primer obstáculo que enfrenta la gente que desea rentar. Se pueden encontrar diversos requisitos, pero definitivamente el más importante es el de poder comprobar ingresos; otro requisito tradicional (uno que genera dificultades en el caso de México) es el de contar con un aval con bien inmueble debidamente escriturado y libre de gravamen; mas este requisito está cayendo en desuso y en su lugar se solicita el pago de una póliza jurídica en favor del arrendador. Adicionalmente, habrá al menos algún tipo de investigación; por ejemplo, que el interesado en rentar no cuente con un mal buró de crédito, con procesos judiciales abiertos o hasta de referencias familiares o laborales adecuadas.
Si se cumplen con los requisitos para rentar, es hora de pensar en el gasto que conlleva hacer una operación de este tipo. Es posible que al interesado se le solicite un apartado en efectivo, el pago de investigaciones o, como se dijo, el pago de una póliza jurídica. Se solicitará pagar por adelantado la renta y dejar un depósito equivalente (al menos) a un mes de arrendamiento. A lo anterior hay que sumar la posible necesidad de contratar una mudanza y hasta cambiar la chapa de la puerta. En definitiva, rentar un inmueble requerirá de liquidez.
Cuando el proceso de rentar un inmueble se lleva a cabo de manera adecuada, se celebrará un contrato de arrendamiento entre arrendador (propietario del inmueble) y arrendatario (quien será el inquilino). En este punto hay que estar atentos, leer lo que se firma y considerar los siguiente: el contrato debe ser acorde con el código civil de la entidad donde se firme el contrato; para casas habitación suele tener una temporalidad mínima de un año, por lo que una terminación anticipada puede conllevar penalizaciones; todo punto relacionado con penalizaciones debe revisarse con cuidado. Examinar que se estipule claramente, de ser el caso, que se dejó un depósito en garantía, de qué monto, en qué supuestos se utilizaría y bajó que criterios de temporalidad será devuelto; cabe señalar que el depósito en garantía NO debe dejarse ni tomarse a cuenta de renta. Se recomienda buscar la asesoría de un abogado o alguien versado en el tema de contratos para que se revise que no resulta abusivo, en particular para el arrendatario.
Una vez que rentamos un inmueble su uso conlleva un desgaste natural del cual no seremos mayormente responsables, por ejemplo, desgaste de la pintura, de la impermeabilización; falla o descomposturas en equipos del inmueble que hayan llegado al final de su vida útil (como bombas o calentadores), entro otros. No obstante, un mal uso, sea deliberado o por descuido, es responsabilidad de quien ocupa el inmueble. Por ejemplo, romper el vidrio de una ventana o una puerta; romper alguna loseta del piso al dejar caer por descuido algo pesado; inclusive hacer agujeros en las paredes para colocar algo. Todo desperfecto originado en un mal uso del inmueble por parte de los inquilinos debe ser subsanado, hasta dejarlo en un estado similar al que se recibió. De lo contrario, el arrendador tiene el derecho de utilizar el depósito dejado en garantía para hacer las reparaciones correspondientes. De lo anterior se desprende que arrendar un inmueble no solo conlleva el beneficio de contar con una vivienda, sino también la responsabilidad de cuidarla.
Finalmente, debemos tener cuidado a la hora de escogerlo, revisar que esté en buen estado, que cumple con mis necesidades y que tiene el potencial de ser una buena experiencia. MUY IMPORTANTE corroborar que el inmueble no tenga adeudos de servicios (agua, luz) o mantenimiento y, una vez dentro, informar por escrito al arrendador de cualquier desperfecto o asunto que se encuentre en el inmueble, para que sea atendido a la brevedad, o al menos no sea imputable al arrendatario por supuesto mal uso.
Para concluir esta explicación de aspectos básicos a la hora de rentar un inmueble, podemos decir que rentar es una buena opción si tenemos los ingresos suficientes y nuestra necesidad de vivienda es temporal, dada nuestra situación laboral o proyectos personales, y por supuesto, si el inmueble de nuestro interés cumple con nuestras expectativas y requerimientos de calidad, precio y ubicación.
RAB